Se estima que entre 1 y 3 de cada 100000 personas que realizan actividad física y son aparentemente sanos desarrollan una arritmia (ritmo cardiaco anómalo) de forma súbita que ocasiona su muerte repentina durante la practica de ejercicio. Los hombres se ven afectados 10 veces más a menudo que las mujeres.
En jóvenes que se mantienen en forma, la causa más común de un ataque cardiaco es el engrosamiento no detectado del músculo del corazón (miocardiopatía hipertrófica).
En los atletas de mayor edad la causa mas común es una arteriopatía coronaria; es una enfermedad en la que el aporte de sangre al miocardio esta bloqueado en parte o en su totalidad.
Algunas personas presentan signos de alarma como desmayos o dificultad respiratoria. Sin embargo, los deportistas no reconocen o no comunican esos síntomas, y el primer signo es que se produce una parada respiratoria y la persona pierde conocimiento.
El exceso de ejercicios cardiovasculares a un tiempo prolongado, desencadena mecanismo inflamatorio que dañan y envejecen prematuramente a su corazón. El corazón bombea alrededor de 5 cuartos de sangre por minuto cuando las personas se encuentran sentados. Cuando la persona se encuentra trotando, el corazón bombea de 25 a 30 cuartos de sangre, y no está diseñado para bombear esta cantidad de sangre por horas enteras, día tras día.
Cuando es forzado de esta forma, el corazón básicamente entra en un estado de “sobrecarga de volumen” que estira las paredes del músculo cardíaco, desintegrando literalmente las fibras.
Es importante realizar una valoracion médica antes de comenzar a practicar algun deporte. Se debe de escuchar a las reacciones y necesidades del cuerpo y no ignorar las señales de peligro.
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Colaboró: Ana Sofía Amavizca Garza