Para tener una vida plena hay que hablar de un estilo de vida saludable del que forman parte múltiples factores.
Desde esta perspectiva se puede determinar que los hábitos necesarios para llevar una vida saludable son los siguientes:
Aunque esto es muy cierto en ocasiones sentimos que cambiar hábitos solo depende de la fuerza de voluntad y de esfuerzos individuales. La ciencia nos dice que la transformación de rutinas depende de otros aspectos.
Los hábitos, según los científicos, surgen porque el cerebro siempre está buscando una forma de ahorrar esfuerzo. Si dejamos que utilice sus mecanismos, el cerebro intentará convertir casi toda rutina en un hábito, porque los hábitos le permiten descansar más a menudo. Un cerebro eficiente nos permite dejar de pensar constantemente en las conductas básicas, como caminar y decidir qué vamos a comer, así que podemos dedicar nuestra energía mental a otras cosas.
El proceso para la formación y consolidación de un hábito en nuestro cerebro consta de tres pasos:
Con el tiempo, esta serie —señal, rutina, recompensa— se va volviendo más y más automática.
Según Ann Graybiel, investigadora del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts): “Los hábitos nunca llegan a desaparecer. Quedan grabados en las estructuras de nuestro cerebro, lo cual es una gran ventaja para nosotros, porque sería terrible que después de cada vacación tuviéramos que aprender a manejar un auto de nuevo. El problema radica en que el cerebro no diferencia entre los buenos y los malos hábitos; por eso, si tienes uno malo, siempre te estará acechando, esperando la señal y la recompensa”.
Así que un hábito no se puede erradicar; sencillamente, se ha de sustituir. Y sabemos que los hábitos son más maleables cuando se aplica la regla de oro para cambiar los hábitos: mantener la misma señal y recompensa, e insertar una nueva rutina. Pero eso no basta. Para que el hábito se afiance, hemos de creer que el cambio es posible. Normalmente, esa creencia solo surge con la ayuda de un grupo. Así que, no solo te confíes de la fuerza de voluntad sino la creación perseverante de los hábitos saludables en tu vida.
Fuentes: